«La vida humana es sagrada —recordaba Juan XXIII—; desde su comienzo, compromete directamente la acción creadora de Dios» Humanae vitae, S.S. Pablo VI

Nuestra santa madre, la iglesia católica, siempre ha tenido claro el valor y la dignidad de la vida humana; que se puede apreciar en la primera frase de este escrito, extraída de la encíclica “Humanae Vitae”, cuya traducción sería, “Vida Humana”. Un pequeño pero valioso escrito donde la iglesia, madre y maestra, nos enseña a tener apertura a la vida naciente. Claramente no es el único escrito donde esta presente el reconocimiento de la vida humana. Podemos ver en el Catecismo de la Iglesia católica que “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae,  intr. 5). CIC #2258.

De esta forma podemos ver que, como católicos, no está a discusión nuestra postura en cuanto al valor de la vida humana, no debería cruzar por nuestra mente apoyar la contra cultura de la muerte como el aborto, la eutanasia, entre otras.

“Si el ser humano no comienza con la fecundación, entonces no comienza nunca” Jérôme Lejeune, padre de la genética moderna

El colectivo abortista gusta de proclamar que el no nato no es una persona, que no tiene vida, ni sentido del tacto; solo para minimizar el impacto en la sociedad. Pero ¿Esto realmente es así?.

Desde el momento de la fecundación, el material genético de los padres se une formando un cigoto, una célula que tiene un material genético único (salvo que sea gemelo), de tal manera que si sus mismos padres tuvieran otros hijos, sus hermanos, estos expresarían sus genes de forma distinta, por ello, los hermanos pueden parecerse, pero nunca serán los mismos.

                    Imagen 1. Al igual que una reacción química donde los productos no son los reactivos, sino una nueva especie química; los hijos son la combinación genética única de ambos padres.

Esta información genética guardada en el ADN, determinará y dirigirá el desarrollo del embrión desde unos 2 a 4 días de la fecundación hasta ser un organismo pluricelular adulto; esta diferencia del ADN, se puede evidenciar en la posibilidad de que tengan distinto grupo y factor sanguíneo del de la madre.

Y si aun tuviéramos duda sobe si esta primera célula (cigoto) es vida humana, la teoría celular de la biología, uno de los postulados más importantes de la ciencia, menciona que:

• La unidad mínima de la vida es la célula
• Toda célula proviene de otra célula de la misma especie

Por ello sabemos que esta primera célula y las resultantes de su división son únicas en la vida del individuo, son conocidas como células madre totipotentes, porque se diferencian de las demás células porque tienen la capacidad de formar un individuo completo formando además su propio refugio, la placenta.

Sabiendo esto podemos resumir que, si comenzamos nuestra existencia siendo humanos, moriremos siendo humanos, moriremos siendo humanos, no gatos, no una cosa o un desecho, para luego convertirnos en humanos al pasar de un lugar a otro, del vientre materno a fuera.

            Imagen 2.- Principales rasgos de las primeras semanas del neonato. Batallán (2020).

  Imagen 3.- Diferencias entre células cigoto (totipotente) y gametos (ovocitos/espermatozoides). Batallán (2020).

En conclusión, podemos hacer la siguiente pregunta: ¿Es el no nacido, una persona humana?

Si, el no nacido es un humano vivo

• Es un ser humano desde el momento de la concepción
• Tiene latidos del corazón a los 18 días y ondas cerebrales a las 6 semanas.
• Esta completo, esta programado para un proceso de desarrollo y crecimiento
• Tiene 46 cromosomas (o 47) en las células de su cuerpo, con un código genético que lo identifica como humano.

La respuesta es clara, desde la concepción el individuo humano es único, y no se repetirá.

“¿Cuándo te vimos extranjero, y te recogimos? ¿o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?. Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo, que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.” Mt 25, 38-40

No nos basta decir “¡Señor, Señor!” para obtener la salvación, así como tampoco nos bastará para frenar el genocidio del aborto. Como católicos estamos llamados a defender la fe, la vida, la familia. Asistiendo a las marchas y manifestaciones, a las conferencias y eventos que promuevan la vida, claro que sí, pero no se puede quedar ahí, en la selfie de Instagram para que mis amigos (que también son provida) me den «me gusta», no. Debemos aprender a ir más allá, a abrazar a cada chica, feminista o no, que busca tener un aborto para que pueda ver con claridad que no esta sola, que no es mentira que hay otras salidas, otras oportunidades.  

¿Cómo hacer esto?, existen asociaciones y apostolados que se dedican a ello, es su carisma, como defensores de la fe, podemos y debemos colaborar para que ninguna mujer tenga la falsa necesidad de un aborto. Por lo que invito a todos a conocer al Centro de Ayuda para la mujer latinoamericana (CAM) y a Misión San Pablo “Nuestra Sra. De Guadalupe”.

No vamos a conocer este problema hasta que lo toquemos con las manos del corazón, hasta que lo vemos no solo a través de las pantallas o del celular, sino a través de las lágrimas de una mujer herida.

P. de Lic. Química Aurora Beatríz Chávez Salgado

8 diciembre 2024, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.

Referencias

• Batallán, G. (2020) Hermana, date cuenta: No es revolución, es negocio. Argentina, Buena data.
• Catecismo de la Iglesia Católica. (1992). Colombia: Asociacion de Editores del Catecismo.
• Paul VI, P. (1998). Humanae Vitae: Encyclical Letter of His Holiness Pope Paul VI on the Regulation of Births. Estados Unidos: Ignatius Press.